Un día muy especial en mi vida fue aquel mediante el cual conocí a la filosofía, si, así es, por medio de la vida la pude conocer. Sucedió que en aquel día me di cuenta de la importancia de los pensamientos y los sentimientos, además de los hechos, puesto que cada cosa me llevaba a reflexionar y a hacerme cuestionamientos sobre lo que me ocurría.
En aquel día, además me adentré en la abstracción de cosas sencillas, porsupuesto que me percaté que todas las cosas tienen un grado de abstracción en algún punto. Como si ahora me preguntara alguien en donde veo el amor, puedo decir con certeza que lo veo casi en todos lados; sé que si observo una garra puedo ver el amor dentro de ella y tal vez muchas cosas más, y estoy segura de ello puesto que esto me lo ha dicho la filosofía.
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